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¿QUÉ ES EL SFC/EM?

Es una enfermedad neuro-endocrino-inmunológica, que implica un importante desarreglo bioquímico, causa una gran fatiga física y mental que no se alivia con descanso, e implica intolerancia a la actividad física (que provoca un malestar muy prolongado, de días, semanas o, incluso, meses, tras un esfuerzo). El IOM de EEUU propuso en 2015 un nuevo nombre: Enfermedad Sistémica de Intolerancia al Ejercicio.

El EM/SFC está clasificada por la OMS en el CIE10 con el código G93.3.

CAUSAS:

En la actualidad no se conoce la causa aunque existen diversas teorías: agentes infecciosos, agentes toxicos, inmunología, fallo mitocondrial.

POBLACIÓN AFECTADA:

A nivel mundial existe una prevalencia de entre el 0,1 y el 0,4% de la población general. Un 25% sufrirá una forma muy severa de la enfermedad.

PERFIL DE LOS PACIENTES:

El SFC/EM  afecta principalmente a adultos, aunque también puede darse en niños, adolescentes y ancianos, siendo más frecuente en mujeres.

SÍNTOMAS:

Algunos de los síntomas son:

  • Agotamiento profundo e incapacitante.
  • Dificultad para concentrarse y deterioro de la memoria inmediata.
  • Trastornos del sueño.
  • Infecciones recurrentes.
  • Intolerancia ortostática.
  • Malestar tras el ejercicio  físico o mental, que se produce pasadas de 12 a 48 horas y que requiere un largo periodo para su recuperación.

COMORBILIDAD:

Se calcula que un 30% de los afectados cumplen criterios de Fibromialgia, y un gran número de casos convive con la Sensibilidad Química Múltiple.

IMPACTO:

El impacto de esta enfermedad reduce la actividad entre el 50% y el 80% de la que realizaba entes de enfermar.

DIAGNÓSTICO:

El diagnóstico es clínico, no existe ninguna prueba específica, aunque sí existen pruebas para objetivar la gravedad de las disfuncionalidades orgánicas.

TRATAMIENTO:

No existe tratamiento curativo, pero si para mejorar la sintomatología, la capacidad funcional y la calidad de vida:

  • Terapias y suplementos.
  • Abordaje específico de las infecciones recurrentes y del fallo mitocondrial, la disautonomía y disfunción vegetativa. Así como de las enfermedades comórbidas.
  • Revisión de la dieta.

CÓMO MEJORAR:

Para mejorar es necesario  conocer la enfermedad, así como los límites personales y los recursos disponibles, lentificar la vida cotidiana, moverse en la medida de las posibilidades de cada uno, ser constante con los tratamientos y suplementos, mantener una buena alimentación e higiene del sueño.